Estas familias son escogidas cuidadosamente​ y reciben una formación en normas de higiene y seguridad, así como en normas y costumbres hoteleras. También movilizamos a nuestra gran comunidad para proporcionarles ayuda material y mejorar sus condiciones de vida. Por último, utilizamos nuestra marca, nuestros conocimientos y nuestras herramientas para ayudar a las familias a adquirir y gestionar reservas, registros y pagos.  De este modo, las familias pueden trabajar como anfitrionas en buenas condiciones y cobrar por el servicio que prestan. Las familias reciben una remuneración por cada noche que un viajero pasa en su casa.

 

Las familias reciben la mayor parte (dos tercios) de los ingresos generados por esta actividad. El Hostal del Cielo recibe un tercio de los ingresos de la actividad, por su responsabilidad y gestión de la comunicación, publicidad, reservas, recepción, preparación para el check-in, check-in administrativo, plataforma y gestión de los pagos, aspectos legales, contabilidad y relación con los viajeros antes, durante y después de la experiencia.

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Las familias también reciben una ayuda adicional (apoyo escolar, almuerzos para llevar, donaciones de dinero, etc.) del Hostal del Cielo y de la comunidad de viajeros del Hostal.

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Con Call me Mami Hostal, Hostal del Cielo promueve el turismo comunitario que implica a la población local en un proceso de empoderamiento. Es una mano tendida a estas familias para que puedan tomar las riendas de su destino. Otra gran ventaja para estas familias es que pueden conciliar el trabajo con la crianza de sus hijos. Al trabajar desde casa, la madre está presente para seguir los progresos de sus hijos. Los momentos de convivencia entre las familias y los viajeros son también muy enriquecedores para los niños: se abren al mundo.

 

Los viajeros, por su parte, tienen en Medellín una oportunidad única de vivir una experiencia fuerte y auténtica en un barrio popular.